A quienes aún siguen siendo niños a pesar de la edad y se devanan entre realidad y sueño contagiando su sonrisa a los demás.
A quienes saben apreciar la belleza de las cosas sencillas de nuestro mundo.
A quienes no callan ante ninguna injusticia y siempre vuelven a levantar a pesar del empeño de otros en derrumbarlos.
A los idealistas de este mundo...
¡No desfallezcáis en vuestros sueños!