miércoles, 1 de octubre de 2008

Están los que siempre usan la misma ropa.
Los que siempre llevan amuletos.
Los que hacen problemas.
Los que imploran mirando al cielo.
Los que creen en supersticiones.
Y están los que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas.

Están los que siguen luchando cuando todo parece perdido (como si cada vez fuera la última vez), convencidos de que la vida misma, es un desafío.
Los que sufren, pero no se quejan, porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca y el cansancio termina.

Pero hay algo que nunca desaparecerá. La satisfacción de haberlo logrado.
En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos, en sus venas la misma sangre.
Lo que nos hace diferente es el espíritu.
La determinación de alcanzar la cima.
Una cima que no se logra superando a los demás,

sino superándose a sí mismo.

4 comentarios:

Edalie dijo...

¡Oh! ¡As vuelto! Que como bien me dijiste ayer ya tenias esto un poquillo abandonado. Se te hechaba de menos =)

siyus dijo...

hola! si, ya ves...últimamente si tenía el momento no aparecía la inspiración y si me llegaba la inspiración no encontraba el momento...ya parece ser que nos hemos puesto todos de acuerdo...jejeje

Anónimo dijo...

Es precioso. Aunque es la primero vez que estcribo, no és la primera vez que leo las cosillas que escribes. NO LO DEJES !!
Un besazo enorme MUAKA !!!
Odín

Anónimo dijo...

Vincent Van Gogh