lunes, 11 de febrero de 2008

Reflexiones (I)

Silencio.

Se oye el aciago devenir de un zapato divorciado.

Cuando te pierdes, te busco en forma de lluvia.

Y formas tu engranaje de butaca al arrullo de cojines desgastados...

En tu soledad, nunca estás sola, pues una mano siempre abraza la otra.

Como quien sabe, como quien ya no sueña...


Silencio.

Que creo que se apagó la luz de tu recuerdo.

Ya no queda más sobre el mantel que el pan duro de tiempos pasados.

No puedo, ni me quejo...

junto a la estufa donde se enfrían estos pies cansados.

Y quisiera...

quisiera gritar en el ahogo mientras duermes,

rebelarme y destrozar esa corona de espinas que encarcela tu mirada.

La llave se perdió, y con ella, nuestra alma...

Silencio.

Que el mar me lleve entre sus olas hasta lo más profundo del océano.




Silencio, en soledad, es más silencio...

Pero silencio, en el olvido, está muerto.





PD: Para aquellos 18 años, cuando vivir sólo era sinónimo de existir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Siyus,

Me ha encantado tu reflexión sobre el silencio. Si permites una libre interpretación de ella, aunque seguramente no sea la correct, yo te diría que me recuerda a una de esas noches que todo el mundo ha pasado solo, en silencio, esperando a la persona que uno ama. Pensando si esa persona volverá a estar a tu lado o el silencio se tornará en olvido... Bueno se me ha ido un poco!!

Enhorabuena por tu escrito y espero que sigas trasteando en el trastero para que podamos leerte

Anónimo dijo...

"El silencio es el elemento en el que se forman todas las cosas grandes." Thomas Carlyle. Historiador, pensador y ensayista inglés.

Hola Pablo, Siyus. Muy bonito tu relato del silencio Siyus y y que cierta tu reflexión Pablo, me ha traido el recuerdo de una experiencia personal cercana...
Creo que en el silencio se forjan los locos, los genios, los extravagantes... Supongo que los grandes genios y los grandes locos han pasado por numerosos momentos de silencio consigo mismos...

Saludos a los dos.

siyus dijo...

Antes de nada, muchísimas gracias a los dos por vuestros comentarios. Pablo, me alegra que haya suscitado en ti una reflexión propia, pues esa interpretación es tan válida como cualquier otra ya que existen tantos momentos en la vida llenos de silencio...me ha encantado que pudieras darle tu propio sentido a lo que escribí, ahí reside la belleza de las cosas, para todos igual, para todos diferente.
Longfelow (significa antiguos compañeros?) antes de nada gracias por dejar tu huella en este blog, estoy muy de acuerdo con la frase de Thomas Carlyle. El silencio es un reencuentro en soledad con nuestro yo más profundo y la mayor grandeza siempre sale del interior de uno mismo. En estos tiempos donde todo pasa tan deprisa, el mayor regalo es dedicarte un momento para el silencio, tomando conciencia de tí mismo y de lo que te rodea...y de ese encuentro podrán surgir esos locos, estravagantes o genios que pudieron dedicar un segundo a escuchar en silencio lo que tenían escondido dentro de sí. A mí, esos momentos de silencio me ayudaron a entender, a no guardar rencor, a intentar ver el otro lado de las cosas y a no jugar duramente a aquellas personas que alguna vez me hicieron daño. Me ha encantado tu perspectiva de verdad.
Gracias de nuevo a los dos y espero que podamos seguir compartiendo reflexiones durante mucho tiempo.