miércoles, 7 de mayo de 2008

Momentos soulitarios

Y entre vanalidades obsoletas de relojes de cuerda ahorcados por el tiempo,
apareces despacio,
cálido y sereno,
como el latir de un niño que dibuja sueños en el corazón de una nube.

Sin esperarte, apareces.
Sin verte, te siento.
y es cuando más cerca me encuentro de ti.

Pensar en inconsciente.
Soñar sin perderse sumergido en pozos coléricos de inexactitud.

Acaricias en mi ombligo un camino que dibuja pequeñas formas de quererme.

Mientras,
yo me abandono frágil y víctima de cuentos
que inspiran un final feliz porque carecen de sentido.
Tropiezas en mis labios
y se hace el silencio que humedece nuestra levedad de cuerpos cansados.

Volvemos al encuentro y nos perdemos.
El instante terreno seguirá
cuando despertemos del asedio orgánico de un aire que no pesa.

Sólo estamos porque nos conocen,
pero no hay espejos capaces de mantenernos la mirada.

Eres tú,
en mitad de esta nada,
lo que me inspira para crecer mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Acaricias en mi ombligo un camino que dibuja pequeñas formas de quererme"...
mmm, qué bonito...
Écha un vistazo al trabajo de Francesca Woodman, creo que te va a gustar
xxx
jc

siyus dijo...

Juaaaan!!! Que alegria que hayas parado un ratito por aquí y me escribas!

He estado mirando cositas de Francesca Woodman...si he de serte sincera, la historia de su vida me ha parecido impresionante. Entiendo que alguien que viva con tanta intensidad sea capaz de hacer tales obras de arte. Me ha dejado una sensación extraña. Me interesa conocerla un poquito más...Voy a ver si encuentro por algún lado su cuaderno rosa y lo leo en condiciones...las fotografías geniales, cargadas de potencia como la propia vida.
Como me gustan las cosas: fugaces, intensas... Eternas.

Gracias por éste regalo tan maravilloso.

Mil gracias.

Besitos!