miércoles, 7 de mayo de 2008

El gran dictador

Una de mis películas favoritas. "Hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos: el maquinismo que crea abundancia nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco".

Con el estreno de esta película (su primera hablada), el gran genio Charles Chaplin marcaría un punto de inflexión en su obra y en su propia vida.

Fiel a su estilo crítico y parodiante, se enfrenta sin ambigüedad y de forma contundente al fascismo y al totalitarismo que oprimía gravemente al pueblo y lo anulaba en cualquier manifestación de libertad. Su escena más famosa sería una bella metáfora en la que en dictador juega con una bola del mundo, que acaba explotando paradójicamente en sus propias manos.

Es tremendamente triste que en la vida real esa bola del mundo no termine nunca de explotar, que se dé el suficiente margen de actuación a unos pocos innombrables chupópteros que tratan de controlar la existencia desde un púlpito demasiado lejano como para hacerse humanos.

Observo, y me doy cuenta, de que a pesar del tiempo, seguimos sin darnos cuenta de los errores de un pasado que nunca tuvo que existir. Me viene a la cabeza la imagen de un Tíbet perseguido y exhausto que clama por vivir con dignidad. Me viene a la cabeza cuba, el congo, senegal, venezuela, libia, birmania y un largo etcétera que se compila en mi retina y me comprime el poco corazón que me queda falto de inocencia.

Dicen, que los dictadores poseen el gen AVRP1 más corto que otros seres humanos, lo cual afecta a su capacidad de ser generosos con los demás... ¿Son defectuosos genéticamente? ¿Eso se puede alegar en un juicio para pedir la reducción de una condena por atentados a los derechos humanos? No vaya a ser que la liemos... ¿Ahora cada vez que a algún subnormal le dé por apropiarse de un país tenemos que compadecerlo porque no es su culpa, sino de la naturaleza, que lo hizo así? Recopilemos. Exijo despido procedente por causas totalmente ajenas a cuestiones de Estado, fundamentándome en hechos científicamente probados, a todos los dictadores del planeta con resolución inmediata y sin posibilidad de revocación. Además, exijo también que se les facilite un sistema de tratamiento médico adecuado a sus características, por considerarse un peligro de ente público.

¿En qué quedamos? Es lo lógico ¿no? O sea, que los grandes dictadores son sólo una panda de chiflados...vale, eso ya lo sabíamos todos, pero por si alguien no lo tenía claro ya tenemos las pruebas...Entonces, ¿por qué siguen en el poder, enriqueciéndose a costa de masacrar a su propio pueblo?

Si Chaplin levantara la cabeza, probablemente, se alegraría de estar muerto.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Pensamos demasiado y sentimos muy poco... me quedo con eso siyus...