El sol yace en el reflejo de un charco a pie de carretera.
Como la primera hoja que cayó del primer árbol
en el primer otoño de mi vida,
se desvirga mi ilusión entre copas con sabor a despedida.
Ya no pienso, sólo soy.
Como la primera hoja que cayó del primer árbol
en el primer otoño de mi vida,
se desvirga mi ilusión entre copas con sabor a despedida.
Ya no culpo, sólo asiento.
Ya no pienso, sólo soy.
1 comentario:
Es curioso... No piensas, solo eres, existes...Sin embargo reflexionas sobre ello. Que fácil es entender la dificultad de la existencia humana cuando quien lo expresa tiene la facilidad de usar cada palabra con el sentido adecuado.
Me encanta tu trastero siyus!!!
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